¿Tienes un timbre inteligente? Mucho cuidado con dónde apuntas la cámara, podrían multarte

Las posibilidades de vulnerar la privacidad sin intención de ello son elevadas.

Los timbres y mirillas inteligentes se vuelven cada día más interesantes de cara a conservar la seguridad de nuestro hogar. Los hay de todos los tipos, algunos más vanguardistas y similares incluso al iPad, mientras que otros apuestan por un aspecto estético más añejo y afín a lo que nos solemos encontrar día a día en los hogares de las personas. Sin embargo, aunque pudiera parecer extraño, instalar una de ellas podría resultar negativo para tu salud financiera ya que podrías ser multado por vulnerar la privacidad de tus vecinos.

Aunque puede parecer sorprendente, esto ha sucedido en España, por lo que podría sentar un precedente judicial bastante inédito en nuestro país. Por ello, vamos a ver qué ha sucedido ya que le han sancionado con una multa de 300 euros.

Cuidado con las mirillas inteligentes

La Agencia Española de Protección de Datos ha publicado en su página web la sentencia de un proceso sancionador contra un vecino que había instalado una mirilla inteligente en su hogar. Como muchos otros, había puesto la mirilla en la puerta de su casa con el objetivo de ser consciente de lo que sucedía en la puerta de su casa. El problema, es que también enfocaba a la puerta de su vecino. Esto no resultó de agrado para el mismo, que decidió denunciarlo por no tener consentimiento expreso de la comunidad.

La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD de ahora en adelante) trató de contactar con el hombre, pero sus correos electrónicos solo obtenían como respuesta la ausencia del hombre. Por ello, finalmente llevaron a cabo un proceso sancionador con 300 euros de multa para el vecino.

La propia AEPD lo ha explicado de forma clara en su plataforma:

Las cámaras instaladas no pueden obtener imágenes de espacio privativo de tercero y/o espacio público sin causa justificada debidamente acreditanada, ni pueden afectar a la intimidad de transeúntes que transiten libremente por la zona.

De esta manera, será necesario que todos aquellos que graben zonas comunes tengan un permiso explícito de los vecinos del lugar en una votación en junta con un 60% de los votos positivos de la comunidad para que se pueda llevar a cabo este tipo de instalación. El precedente jurídico que se sienta con todo esto es claro y busca ofrecer garantías a la privacidad de las personas que viven y utilizan para su disfrute las zonas públicas y comunes de las propiedades horizontales.

Junto a la multa de 300 euros el multado tendrá la obligación de retirar la mirilla en un plazo de treinta días.

Por recapitular, la cuestión puede quedar en lo siguiente:

• Una persona colocó una mirilla electrónica en su hogar.
• Esto no gustó a uno de los vecinos que lo denunció porque invadía también su privacidad.
• La AEPD trató de contactar con el usuario que colocó la mirilla pero no lo consiguió.
• Por ello, finalmente decidió imponerle una sanción de 300 euros y obligarle a retirar la mirilla.
• Es necesario contar con la aprobación del 60% de los vecinos para poder poner mirillas electrónicas que apunten en dirección a las zonas comunes.