Google tendrá que pagar casi 40 millones de dólares por haber «engañado» a los usuarios sobre sus prácticas de rastreo de datos de ubicación.

El logo de Google sobre una de sus oficinas

Pocos días después de haber accedido a pagar una multa millonaria al estado de Texas por haber incurrido en técnicas de publicidad engañosa a la hora de promocionar sus dispositivos Pixel en los años 2019 y 2020, Google se verá ahora obligada a pagar 39,9 millones de dólares para resolver una demanda impuesta por el estado de Washington.

En esta ocasión, se acusa a la compañía de haber engañado a los consumidores sobre sus prácticas relacionadas con el seguimiento de la ubicación, ya que según el fiscal, se hacía creer a los consumidores que tenían el control sobre sus datos de localización, cuando realmente no era así.

Google podía recopilar datos de ubicación incluso cuando los usuarios tenían la función de geoposicionamiento desactivada

Como informan desde Reuters, la demanda hace referencia a la capacidad de Google de recopilar datos de localización y lucrarse con ellos, a pesar de que los usuarios contaban con la función de geoposicionamiento desactivada en sus dispositivos y estos pensaban que tenían en control sobre sus datos de ubicación. Por ello, acusan a Google de invadir la intimidad de los consumidores.

Aunque Google no está de acuerdo con las acusaciones, ha accedido a pagar la millonaria multa al estado de Washington. Además, se pide a Google ser más transparente a la hora de describir sus prácticas relativas al rastreo de los datos de posición de los usuarios, a través de una página web dedicada a informar a los consumidores sobre las tecnologías de localización empleadas por la compañía.

No es la primera vez que Google se enfrenta a una demanda de este tipo. En 2022, la compañía acordó pagar 85,5 millones de dólares al estado de Arizona por no dejar claras sus prácticas a la hora de rastrear a los usuarios de sus servicios.

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Autor: Christian Collado

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