Un equipo de investigadores de la Universidad
La autonomía siempre ha sido un asunto polémico en lo que a los smartphones se refiere. Las baterías se descargan lentamente a lo largo del día, tanto si usamos el teléfono como si no. Es más, el teléfono en el que puede que estés leyendo esto seguramente se descargará algo más rápidamente por tener la pantalla encendida durante unos minutos.
Y aunque es cierto que hay trucos para proteger la batería y hacer que dure más, lo cierto es que la respuesta a este dilema no está en las manos del usuario. Es más bien culpa de los fabricantes, tal y como ha descubierto un equipo de investigadores canadienses de la Universidad de Dalhousie.
La industria lleva décadas sin resolver este problema
De acuerdo con Micheal Metzger, un integrante del equipo de investigadores que ha desvelado este fallo, el problema está en los componentes de la batería. Hace unos años pensabamos que sabíamos las causas por las que las baterías empeoraban, sin importar qué hiciésemos para evitarlo. Y resulta que estábamos equivocados.
Como decíamos algo más arriba, la respuesta está en los componentes internos de la batería. Más en concreto, en el plástico que los sujeta. Un plástico que no es de la clase correcta para evitar un drenado excesivo y la consunción de energía por parte de un teléfono o una tablet. Casi cuesta aceptar que sea algo tan simple.
El estudio que este equipo canandiense estaba llevando a cabo pretendía encontrar la mejor solución en cuanto a qué compuestos usuar para fabricar una batería más duradera, pero dieron con la solución por accidente. Resulta que todas las capas de componentes de metal y aislamiento que forman una batería están sujetas entre sí por cintas de plástico PET, que se degrada muy rápidamente y contribuye a que las baterías se drenen solas, sin intervención necesaria por parte del usuario.
Cuando el PET se descompone, libera moléculas que generan una reacción en cadena con la química de la batería. Esta reacción en cadena es la que acelera el proceso de descargado de las baterías.
Los fabricantes ya están tomando nota
El equipo lleva desde noviembre de 2022 haciendo públicos sus hallazgos, de los que, según Micheal Metzger, los fabricantes dicen estar tomando nota por tratarse de un «campo muy relevante» para las empresas dedicadas a los smartphones y las tablets. No sólo eso, sino que actores de la industria de los coches eléctricos también se han mostrado interesados.
La solución propuesta por los investigadores es ligeramente más cara, pero también más estable: cambiar el plástico PET por polipropileno. Este material no se descompone tan rápidamente, por lo que no se generan esas moléculas que aceleran la degradación de la batería.
Si la industria realmente se muestra interesada en aplicar estos cambios, puede que veamos una revolución en el apartado de las baterías mucho antes de lo que pensamos. Por ahora habrá que seguir esperando.
Fuente info
Autor: Sergio Agudo