El segundo mayor mercado de móviles del mundo quiere introducir nuevas medidas de seguridad en los smartphones.

La parte frontal de un móvil Xiaomi, una de las marcas de smartphones más vendidas en India / Imagen: Christian Collado

Con cerca de 660 millones de usuarios de smartphones a lo largo de todo el país, India es a día de hoy el segundo mayor mercado de móviles de todo el planeta, únicamente superado por China. Y muy pronto, el Gobierno indio podría llevar a cabo una serie de cambios en su normativa, que impactarán directamente en los fabricantes de smartphones.

Tal y como han adelantado desde Reuters, un documento interno del Gobierno de India refleja las nuevas medidas de seguridad que los fabricantes de smartphones deberán cumplir si quieren seguir vendiendo sus productos en el país.

Entre las normas, que están dirigidas a evitar el abuso de los datos de usuarios por parte de los fabricantes, se incluye una verificación manual de las actualizaciones de software enviadas a los terminales, así como la obligación de añadir la opción de eliminar las aplicaciones preinstaladas en los dispositivos.

Menos bloatware, a cambio de actualizaciones más lentas

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Aplicaciones preinstaladas en un smartphone Android / Imagen: Christian Collado

Un portavoz del Gobierno de India ha explicado que las aplicaciones preinstaladas en los dispositivos, que forman parte de lo que comúnmente se conoce como «bloatware», supone un riesgo de seguridad nacional, dado que naciones extranjeras, incluyendo China, podrían aprovecharse de ellas para abusar de los datos de los usuarios.

En los últimos años, el Gobierno Indio ha librado su cruzada particular con la tecnología proveniente de China, al bloquear más de 300 aplicaciones chinas, incluyendo la red social TikTok.

Por ello, entre las nuevas normas se incluye la obligación de añadir una opción que permita desinstalar las apps preinstaladas en los dispositivos. Eso no es todo: India también planea establecer un laboratorio autorizado por la Oficina de Normas en el que se comprobará la conformidad de cada nuevo modelo de smartphone lanzado al mercado.

Aunque no todo es positivo: desde India también se está estudiando la posibilidad de analizar cada nueva versión de software liberada por los fabricantes en este tipo de laboratorios, con el objetivo de comprobar si existen aplicaciones preinstaladas, y si se incluye la opción de eliminarlas del firmware del dispositivo.

Esta medida podría tener un impacto negativo en la llegada de actualizaciones de software a tiempo a los dispositivos, pues al proceso de desarrollo, testeo y distribución de las actualizaciones habría que sumar una fase extra de comprobaciones de seguridad. Puede, incluso, que los fabricantes comiencen a reducir el número de actualizaciones dirigidas a sus dispositivos, sobre todo a aquellos más económicos.

En la Unión Europea, los fabricantes también tienen la obligación de dar al usuario la opción de eliminar aplicaciones preinstaladas. No obstante, la normativa europea no contempla una fase de verificación como la que se propone desde India.

Dado que el «bloatware» suele contener servicios y aplicaciones que sirve como vía de monetización para los fabricantes, las restricciones impuestas por el Gobierno podría acabar teniendo un impacto negativo en forma de aumento de precios de los dispositivos, pues las marcas buscarán nuevas formas de recuperar los ingresos perdidos a causa de la eliminación de sus apps y servicios.

Parece claro, por tanto, que si bien las medidas tendrán un impacto positivo en lo relativo a la seguridad de los datos, las consecuencias causadas por su implantación podrían no ser del todo beneficiosas para los consumidores.

Una vez aprobadas, los fabricantes tendrían un año de margen para comenzar a cumplir las normas, según lo descrito en el documento.

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Autor: Christian Collado