Apple se enfrenta a una nueva acusación en Francia. Esta vez tiene que ver con la obsolescencia programada y publicidad engañosa, con una investigación que lleva en curso desde el pasado mes de diciembre.

Apple ha vuelto a verse en problemas legales.

Apple se encuentra de nuevo en terrenos legales farragosos. No es la primera vez. El pasado mes de abril sabíamos que acusaron al fabricante de Cupertino de haber robado tecnología a otras empresas para usarla en el Apple Watch, pero antes que eso la empresa ya había sido acusada de prácticas poco claras en otras ocasiones.

Las acusaciones ahora vienen desde otro frente y desde un país europeo. Los reguladores de Francia han denunciado a la firma por obsolescencia programada y publicidad engañosa, tal y como nos cuentan desde 9to5Mac. Al parecer, la investigación lleva desde diciembre de 2022 en marcha y hasta ahora no se ha hecho pública.

Una cuestión de números de serie

Al parecer, todo este revuelo se ha formado a partir de la prácitca de Apple de vincular los números de serie de las piezas de reparación con los números de serie de los iPhone, los iPad y los Mac. La investigación comenzó después de una queja elevada por la asociación Stop Planned Obsolescence, conocida como HOP por sus siglas en francés.

En la queja presentada por esta asociación, se pone en el punto de mira las políticas de los nnúmeros de serie de Apple, citando específicamente que la empresa los asocia deliberadamente con partes sueltas de un teléfono.

Por su parte, la justicia francesa ha confirmado la investigación judicial contra los de Cupertino, así como que también la investigación se ha llevado a cabo a raíz de las quejas presentadas por la HOP. En una declaración publicada en su web, la HOP detallaba por qué pidieron la investigación:

Esta nueva queja tiene como objetivo una nueva práctica común: la serialización, que consiste en asociar el número de serie de los componentes y periféricos de un producto con el del iPhone, en particular, a través de microchips. Esta práctica ha afectado recientemente a las piezas que más fácilmente se suelen romper (pantallas, baterías, cámaras…). Permite al fabricante limitar las posibilidades de reparación, en especial a los servicios técnicos no autorizados [por Apple]. En muchos casos documentados en la queja, las averías se encuentran en casos en los que el dispositivo ha sido reparado con una pieza, incluso idéntica y original, que no ha sido autorizada por Apple. Estas averías también pueden aparecer durante una actualización (como ha sido el caso de la pantalla de un iPhone XR, que quedó inutilizable después de actualizar a iOS 16). Volver a iOS 15 corrige este fallo, pero Apple no lo autoriza, prefiriendo cuopar a «una pantalla no original de Apple que causa un problema táctil». Estas prácticas violan no sólo el derecho a la reparación, pero también el desarrollo de la industria de reacondicionado de smartphones, debido a que los dispositivos que se ponen de nuevo en circulación pueden sufrir averías en la actualizad o en el futuro.

Las acusaciones de publicidad engañosa tendrían que ver, según el medio, con el programa de autorreparación lanzado por Apple en Francia el pasado mes de diciembre de 2022. Este programa requiere que los usuarios introduzcan el número de serie del dispositivo para el que compran piezas, que debe casar con el de las piezas de Apple para que les sean suministradas. De acuerdo con la queja, esto también invalida este programa y la promoción que Apple hizo del mismo en territorio galo.

Por ahora Apple no se ha pronunciado sobre el tema. En el pasado la empresa también fue investigada por saltarse las leyes antimonopolio.

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Autor: Sergio Agudo