Añadirte un segundo pulgar robótico será una realidad gracias a este invento

Sí, suena raro y se ve más raro todavía, pero lo cierto es que puede ser un gran avance en movilidad.

En un mundo en el que las IA conversacionales están teniendo un avance increíble y en el que ya todo el mundo sabe qué es ChatGPT-4, estamos ignorando cuáles son los puntos fuertes de otros sectores de la robótica. Este es el caso del invento de Danielle ‘Dani’ Clode, una experta en artes que ha desarrollado un segundo pulgar robótico para nuestra mano de tal manera que lo podremos utilizar para aplicaciones sorprendentes.

«The Third Thumb», el proyecto que busca que tengamos un segundo pulgar en nuestra mano

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Los pulgares son los causantes de nuestra evolución. El hecho de tener los dedos prénsiles fue fundamental para que nos pudieramos adaptar al medio y utilizar el pulgar como pinza fue, junto con otras adaptaciones como el bipedismo, el motor por el cuál el género homo catalizó en el homo sapiens sapiens. Ahora, parece que se quiere llevar todo esto a un nuevo estadio con el tercer pulgar

El proyecto, llevado a cabo por Dani Clode ha sido diseñado como un «tercer pulgar» entre nuestras dos manos. Para ello, ha llevado a cabo la investigación en conjunto con el equipo del «Laboratorio de plasticidad» en la Universidad London College y la Universidad de Cambridge. De hecho es parte de sus estudios en el Royal College, dónde ha tenido unos éxitos enormes.

Su objetivo, como no podía ser de otra manera, es entender la relación entre el cuerpo y la tecnología aumentativa y prostética. Los dedos son totalmente móviles y el usuario los controla ni más ni menos que moviendo los dedos de los pies contra el suelo.

El tercer pulgar es una extensión de pulgar impresa en 3D para tu mano, controlada por tus pies. El proyecto explora la relación entre nuestros cuerpos y la tecnología aumentativa y prostética. Es en parte una herramienta, en parte experiencia y en parte investigación. Un modelo de catalizador mediante el cual podemos entender mejor la respuesta humana a las extensiones artificiales – Dani Clode.

El dedo está conectado a un dispositivo alrededor de la muñeca que tiene un pequeño motor. Se conecta con el dedo robótico y los sensores de presión de los pies permiten que todo esté interconectado para que los pulgares se puedan mover sin problemas

La creadora de este ingenio tecnológico junto con el instituto de bioplasticidad de Londres | Imagen: Dani Clode

Esto puede tener una cantidad alucinante de aplicaciones a futuro, pero de momento los puntos más interesantes son los siguientes:

• Se trata de una tecnología para que podamos tener un tercer pulgar en nuestras manos.
• Está impreso en 3D, por lo que es barato, asequible y posible de fabricar en serie.
• Lo manejamos con nuestros pies, algo que cuesta imaginar pero que en principio es fácil de dominar.
• No solo permite mejorar nuestra movilidad, sino que también podría ser de gran ayuda para las personas amputadas.

De momento es solo una investigación, por lo que no es seguro cuánto de lejos puede llegar. Sin embargo, tiene una pinta increíble que nos va a permitir entender cómo podría funcionar el cuerpo con aumentos prostéticos cada vez más avanzados. Ocurre de manera similar a otros estudios igual de sorprendentes, como aquellos que han tratado de crear ordenadores de setas.