Esta jugada, ya era impensable en su momento.

Steve Jobs destacó notablemente como uno de los grandes genios del marketing tecnológico

Steve Jobs era un genio visionario, en su momento dejó grandes señas de identidad de su vida en el mundo empresarial, como señalar cuál era el mayor enemigo de la productividad o dar algunos consejos para destacar en las entrevistas de trabajo. Por este motivo, pese a que tristemente falleciera de cáncer de páncreas en el año 2011, sigue siendo una persona a la que se sigue por sus enseñanzas y momentos épicos al mando de Apple.

En esta ocasión, es turno de hablar de una situación que llamó mucho la atención y que hoy en día sería, a todas luces, impensable. De hecho, ya empezaba a serlo en su momento, pero Apple quiso dar un golpe en la mesa en el mundo del gaming como ha hecho ahora con la llegada de Death Stranding o Assassin’s Creed al iPhone 15 Pro.

Sin embargo, en aquel momento la cosa no terminó de salir del todo bien. Por lo que fuera.

Apple contra PlayStation, una jugada peligrosa

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Como se muestra en el (https://www.youtube.com/watch?v=3OqMcqRI-xA), tenemos que viajar al año 1999 para ver el evento Macworld en el que el CEO de Apple, Steve Jobs, dedicaba una extraña atención a la PlayStation 1 llevándola, ni más ni menos que al evento a través de un proyector. Parece que Apple estaba tramando algo y así lo hizo saber cómo pudimos ver por sus palabras:

«Esta es la consola más popular ahora mismo. ¿No sería increíble poder jugar a algunos de sus juegos?».

Sí, lo que estáis pensando es lo correcto. Steve Jobs había apostado por diseñar un emulador de consolas. Precisamente uno de los grandes anatemas de la historia de la industria. Algunas empresas más, otras menos, pero la reacción hacia los emuladores puede ser furibunda incluso de aquellas consolas más viejas a las que se instalan emuladores más por preservación que por tratar de sacarle partido.

Así se presentó la Virtual Game Station de Connectix, un emulador desarrollado por Aaron Giles y por el que por 49 dólares podías jugar en el iMac original a la PlayStation de Sony sin ningún problema. Simplemente había que tener el juego original y ya se encargaba de todo lo demás el software desarrollado por esta empresa afín a Apple. De hecho, Giles era famoso por portear programas de Windows a Apple en aquellas épocas tan tempranas todavía.

Como os podéis imaginar, esta historia solo podía acabar mal. Sony no se lo tomó precisamente bien, al contrario, pero igualmente el software se comercializó y vendió una gran cantidad de copias debido a lo útil que era para los usuarios poder jugar a la PlayStation en su ordenador sin grandes problemas.

Sin embargo, Sony acabó denunciando a la empresa y logrando el triunfo en los tribunales tal y como cuenta Aaron Giles en su blog, lo que se saldó con el «secuestro» del programa». Sin embargo, el gran éxito de PlayStation fue el lanzamiento de la segunda versión, ya que la PlayStation 2 superó en absolutamente todos los aspectos a su predecesora y no pudo emularse hasta que el ciclo de la misma llegó a su fin de manera natural.

Por este motivo, llama la atención como una empresa del tamaño de Apple apostó por tomar esta política que suele ser muy perseguida por las empresas de videojuegos.

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Autor: Esteban García Marcos